Oración a San Miguel Arcángel contra todo enemigo y maldad

Esta oración a San Miguel Arcángel para protegernos contra todo enemigo y maldad, se fundamenta en la protección celestial de nosotros y las personas que nos rodean. Si la rezas con verdadera fe, San Miguel te  cubrirá con su manto protector.

Con esta plegaria estaremos protegidos de todo mal, de nuestros enemigos, de las humillaciones, las envidias, los celos, el abuso, cualquier tipo de magia, los maltratos, la hechicería, y de cualquier mal que pueda existir o traten de hacernos. El Arcángel San Miguel nos guiará en la vida, llevándonos siempre por el buen camino de la fe y la oración.

Oración a San Miguel Arcángel para protegernos de todo enemigo y cualquier maldad

¡Oh San Miguel arcángel, tú que eres poderoso y celestial!

Defensor de los cielos, ganador de batallas,

estampa de lucha y la gloria triunfante sobre las maldades,

eres nuestro arcángel, tan perfecto y brillante.

Haz que nos mantengamos firmes ante toda

adversidad que se nos presente,

para lograr tener nuestra pureza interior intacta,

guíanos y llévanos sanos y salvos

por nuestros caminos tormentosos,

para que con tu integridad nos acobijes

durante el día y noche.

Te suplico que me ayudes,

líbrame de mis pecados y lléname el corazón

del inmenso amor de Dios.

Cúbreme con tu escudo protector,

protegiéndome de robos, opresiones, insinuaciones,

tentaciones que los enemigos quieran ponerme,

limpia mi alma con tu manto de sumisión.

No permitas nunca que los espíritus malvados

controlen mi vida,

así como la magia negra y brujería.

Ilumíname el camino, para nunca desviarme de él.

Cuida mi fe y concédeme cordura y sabiduría.

Escucha mis súplicas y concédeme la dicha de ser

amable y servicial con los demás.

Líbrame de los enemigos,

las falsas promesas, las vergüenzas, las maldiciones,

los celos, el odio, las envidias, las desgracias

y cualquier cosa que perturbe mí paz.

Ilumina a mi familia y líbranos de

enfermedades físicas y mentales,

para vivir en armonía y alegría, llenos del amor de Dios,

para así compartirla con las personas que nos rodean.

Oh San Miguel arcángel, sé tú quien

me guíe hasta las puertas del cielo,

y así poder disfrutar de la Gloria Eterna de Dios.

Amen.